
Los engendros de un cerebro destornillado…
El silencio y yo en un ciego y brutal esfuerzo por hacer existir algo que nadie puede comprender.
Las palabras cavan la nada en si mismas... y en ellas nosotros creamos alucinaciones alternas tales como: miedo, inquietud, inocencia, demencia, peligro real e imaginario, privación de la razón.
El mundo interior no existe, ni siquiera mis tripas son mi interior, pues yo también soy ellas. Tripas expuestas y sometidas al exterior, creando un argumento justificativo que explique por que este estado quiere transformarse en sedante, calmante, o anestésico.
te envidio.
ResponderEliminarq te pasó pepe? desapareciste!
ResponderEliminarholaaaa....me encanta las cosas que escribis!!!! sos muy parecido a mi jeje...yo tambien tengos mis momentos de locura existencial y salen a la luz todas mis demencias psicodélicas
ResponderEliminarmagdagascar_99@hotmail.com es mi mail....por si queres algun dia intercambiar ideas
saludos!